El masaje sonoro con boles tibetanos es parte de una conocida terapia milenaria, la cual emplea las olas sonoras para sanar y otorgar paz al organismo. Por eso, hoy te contamos algo más sobre este tipo de masaje, como se realiza y cuáles son sus beneficios.

Fundamentos

La técnica del masaje sonoro se basa en el principio de resonancia, en el cual plantea que la vibración y la frecuencia de los cuencos es capaz de balancear y modificar la frecuencia del cuerpo. Para realizar este tipo de terapia el paciente tiene que acostarse en una camilla con los ojos cerrados e intentar relajarse, mientras que el especialista golpea y frota con una baqueta los cuencos con el fin de generar sonidos sanadores.

¿De que están hechos los cuencos tibetanos?

Los cuencos tibetanos son instrumentos de meditación que fueron creados con una aleación de siete metales diferentes: plata, oro, mercurio, estaño, plomo, cobre y hierro, forjados de forma casera. Estos metales se han empleado a lo largo de la historia en rituales de conciencia y ritos ceremoniales. Estas aleaciones metálicas no se mantienen necesariamente como en un inicio, puesto que ahora también se usan los cuencos de cuarzo o bien aleaciones que conjuguen menos de siete elementos.

Beneficios del masaje sonoro con cuencos tibetanos

Al salir de la sesión del masaje sonoro experimentarás una gran paz interior, una sensación de estar lleno y en equilibrio, sumado a otros beneficios.

Algunos de los principales beneficios son:

  • liberación de las tensiones musculares y nerviosas,
  • potenciación de habilidades creativas y de concentración,
  • mayor energía,
  • disminución o erradicación de los trastornos del sueño
  • alivio de dolores,
  • alineación de los chakras,
  • mayor claridad mental y serenidad.

El masaje sonoro con cuencos tibetanos también permite aliviar la agonía física o mental, tratar inflamaciones o irritaciones, liberar el estrés y la ansiedad, combatir la angustia, relajar la mente y potenciar el sistema inmunitario. En definitiva, es una técnica única que incluso era practicada por monjes y que, hoy en día, ayuda a miles de personas a sentirse bien por dentro y por fuera.