La gran mayoría de las terapias energéticas usan técnicas milenarias para ayudarnos a equilibrar nuestra energía. ¿Sabías que todo es energía? Por este motivo las terapias energéticas nos enseñan que cualquier tipo de interacción es vibracional y, por lo tanto, energética, aportando grandes beneficios para nuestra salud física y mental.

 

Tipos de terapias energéticas

 

El principal objetivo de estas terapias es producir alivio y sanación de los malestares del cuerpo y la mente. Estas son algunas de las terapias energéticas más conocidas.

Cromoterapia: es una técnica que usa la luz con fines terapéuticas, basada en los colores que resuenan en un chackra alterado. Su finalidad es ayudar a que el cuerpo llegue a un punto de equilibrio físico y mental. Según la cromática de colores empleada, se puede tratar desde el estrés, hasta los trastornos del sueño.
Musicoterapia: utiliza el sonido de los instrumentos como medio para generar un estado de relajación, concentración y bienestar, lo que comporta una infinidad de beneficios asociados con la comunicación, el proceso de aprendizaje y la integración social. Su finalidad es ayudar a resolver los bloqueos energéticos en el paciente.
Reiki: es una terapia originaria del Japón, inventada el 1922 por el budista japonés Mikao Usui. Sus practicantes creen en el poder de las manos como medio de transmisión de una energía universal, capaz de sanar y conseguir bienestar. En otras palabras, es capaz de reactivar el proceso energético de un individuo y guiarlo a la autocuración física o emocional.
Terapia vibracional, que usa la resonancia del sonido con varios instrumentos de sanación para equilibrar el cuerpo a través de su vibración.

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En definitiva, las terapias energéticas y vibracionales son una pieza clave para la mejora de nuestro bienestar y salud a través de una correcta canalización de la energía. Si quieres conocer más sobre la terapia vibracional para restaurar el equilibrio mental, emocional y espiritual, contacta con Carles Galceran.