Las ondas cerebrales han sido ampliamente estudiadas tanto por científicos como por practicantes espirituales para comprender su conexión con la conciencia y las experiencias místicas o estados alterados de conciencia que pueden inducir a quienes los experimentan a acceder a niveles superiores de cognición, perspicacia y creatividad.

También se asocian a estados no ordinarios de conciencia, como la meditación y los sueños lúcidos. Utilizando frecuencias o ritmos binaurales específicos, podemos sincronizar las ondas cerebrales para acceder a estos estados alterados y explorar los misterios del universo.
 

Tipos de ondas cerebrales

 
Los cuatro tipos principales de ondas cerebrales – Beta, Alfa, Theta y Delta – corresponden cada una a un estado mental diferente que tienen sus propias características y beneficios para aquellos que lo experimentan durante la meditación u otras formas de alteración de la conciencia:

Beta: (22 a 14 cps). Corresponde al nivel de vigilia en el estado consciente. Bajo los efectos de estas ondas el cerebro vivo en el marco Tiempo y Espacio habituales. Los sentidos físicos están despiertos y la mente actúa con lógica y razonamiento.

Alfa: (14 a 7 cps). Las ondas alfa se inician en los estados de relajación o son ligero. El cuerpo se calma y la mente entra en un estado de bienestar, se reduce el diálogo interno mental y son posibles las visualizaciones. El sentido del tiempo se diluye.

Theta: (7 a 4 cps). En este estado la mente está en relajación profunda. La imaginación mental se desata a la vez que el cuerpo se vuelve insensible al dolor. Se pierde el sentido del cuerpo, del espacio, puesto que el cuerpo pierde conciencia de sí. El sentido del tiempo desaparece por completo.

Delta: (4 a 2 cps). Es el sueño profundo y un nivel en que la mente conecta con la supraconsciència y con el mundo espiritual.

Aprender a manipular las ondas cerebrales mediante ritmos binaurales u otros métodos puede ayudarte a acceder a niveles superiores. Es el estado en el que se manifiestan poderes mentales extraordinarios, como saber cosas que no sabemos conscientemente, la percepción extrasensorial y la precognición. Es una dimensión de conexión espiritual con nuestro yo más profundo y con lo divino.