Los masajes deportivos forman parte de la rutina habitual de un deportista para mejorar su rendimiento. El objetivo es prepararlo para la competición o ayudarlo a recuperar tejidos dañados después de un gran esfuerzo.
Tipología de masajes deportivos
El deportista dispone de varios tipos de masajes con características muy diferenciadas. Entre ellos, destacan los masajes preventivos, los masajes de mantenimiento y los masajes antes, durante y después de una competición. Cualquiera de los masajes tiene un efecto psicológico positivo para el deportista, además de aumentar la capacidad de entrenamiento, optimizar el rendimiento muscular, estimular la circulación sanguínea, prevenir lesiones o ayudar a disminuir el dolor.
Beneficios del masaje terapéutico deportivo
El masaje terapéutico es un tipo de masaje muy adecuado para tratar casos de problemas musculares, lumbalgias y desgarros. Es un tipo de masaje fuerte, pero muy efectivo, que se lleva a cabo jugando con el límite de la resistencia al dolor. Por lo tanto, requiere que el paciente intente aguantar lo máximo el dolor para que sea más efectivo. Los resultados se empiezan a notar dos o tres días más tarde, con una mejora radical.
Hay que mencionar que este tipo de masaje se debe realizar antes o después del ejercicio físico. Por lo tanto, se puede practicar el masaje eliminador o semanal, que es profundo y lento, para ayudar a eliminar las toxinas producidas en el músculo. Al finalizar el masaje, el deportista puede llegar a mejorar su rendimiento físico entre un 50 o 60% y estar en plena forma para iniciar su actividad deportiva.
Si el objetivo es descontracturar la musculatura, se aplicará un masaje más relajante, es decir, no tan profundo.
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