Los efectos curativos que produce la sonoterapia aportan una sensación de unidad del cuerpo, mente y espíritu a través de la terapia vibracional con boles tibetanos. Cuando las olas de alta frecuencia vibran correctamente con el campo energético del cuerpo, se recuperan el equilibrio energético y mejora la salud física, psíquica y espiritual.
La sonoterapia sana los cuerpos etéricos al desbloquear patrones negativos. Son masajes sonoros que permiten concentrarse y relajarse con sensaciones que se transmiten en viajes sonoros y que recargan al sistema energético y alivian el dolor emocional.
Además, ayuda a eliminar inflamaciones, ansiedad, estrés, depresión, angustia, tristeza, insomnio o hiperactividad. Activan los sistemas biológicos, calmando a la mente y el cuerpo por sus efectos emocionales en neurotransmisores y neuropéptidos, que ayudan a la regulación inmunitaria sanadora.
La terapia vibracional mantiene el buen humor y aumenta el optimismo. Sus dulces sonidos y ultrasonidos con vibraciones relajan profundamente y armonizan energéticamente a cada célula del organismo, reforzando así al sistema inmunológico.
Terapia vibracional con boles tibetanos y tambores
Los boles tibetanos desencadenan un proceso de estabilidad mental y emocional, hacia la autoconfianza del ser con su entorno, evitando el estrés y consiguiendo estados relajación profunda y comunicación con el Yo superior, desarrollando la concentración y el apoderamiento personal.
Un bloqueo emocional impide la conexión natural con el coro por un suceso pasado que sigue presente en el verdadero Yo por miedos, normas, herencia, vergüenza o energía negativa que queda almacenada.
Para realizar el desbloqueo emocional se deja salir la energía negativa al revivir el suceso y presentarlo de manera correcta. Con voluntad, el bloqueo emocional presente se puede eliminar gradualmente sea por herencia familiar, durante el parto o antes del nacimiento por herencia de la madre y conseguir una conexión interior de paz y amor.
La terapia vibracional no tiene efectos secundarios y es determinante en el primer desbloqueo energético, consiguiendo resultados significativos.